Tras el proceso de depuración que afectó a media España después de la guerra civil, muchos de los magistrados militares, que condenaron a muerte a cientos de miles de personas en consejos de guerra sin garantías ni posibilidad de defensa para el procesado, fueron promovidos a la magistratura civil, como jueces de primera instancia, magistrados de la jurisdicción laboral, etc...
Ese fue el premio a la dedicación con la que se entregaron a la depuración de elementos peligrosos para "su" España: puestos en la magistratura, desde donde pudieron controlar los resortes de la "transición política" española.
Sirva de ejemplo:
CAPITÁN LUIS TEJUCA DEL CUETO - Juez Militar de Alcázar de San Juan desde Abril de 1.939. Juez Instructor de expedientes de adhesión a la rebelión militar.
Posiblemente instruyó todos los casos de condena a muerte de las víctimas que yacen en la fosa común del cementerio de Alcázar de San Juan, alrededor de 500.
En Marzo de 1.951, Raimundo Fernández Cuesta, Ministro de Justicia, le promociona como Juez de Primera Instancia e Instrucción en situación de excedencia forzosa (BOE nº70).
El 18 de Junio de 1.957, Sanz Orrio, Subsecretario del Ministerio de Trabajo, le promociona a Magistrado de Trabajo, BOE nº168 de 29/06/1.957.
COMANDANTE PABLO ALFARO ALFARO - Presidente de múltiples consejos de guerra a lo largo de la geografía española, juez prolífico en los juicios sumarísimos de urgencia.
Famoso por haber sido presidente del consejo de guerra que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández, también fue presidente de los tribunales que condenaron a muerte a Virgilio Escámez, comisario político de brigada del 4º Cuerpo de Ejército del Ejército Republicano, y a Ramón Picazo, miliciano de la Columna de Hierro, entre otros muchos.
El 23 de Septiembre de 1.940 se le nombra Juez de Primera Instancia de San Vicente de la Barquera (Cantabria).
TENIENTE ALEJANDRO ROMERO AMORÓS - Vocal ponente en múltiples consejos de guerra.
El 23 de Septiembre de 1.940 se le nombra Juez de Primera Instancia de Chiva (Valencia).
En 1.970, Juan Antonio Samaranch, futuro presidente del COI, desde su puesto de alto cargo en deportes, le nombra Vicepresidente de la Federación Hípica de Levante.
Existió todo un cuerpo jurídico militar-represivo a lo largo y ancho de España que fue premiado con la magistratura civil tras su incansable labor exterminadora de la población española.
El incremento patrimonial de este sector del ejército en la temprana posguerra puede ser una de las claves que desenmarañe el por qué de muchas muertes injustas a manos de estos tribunales ilegítimos y sus carniceros.
